La sociedad en la que vivimos hoy en día lamentablemente no le ofrece las mismas oportunidades de desarrollo económico a todas las personas. Existen personas que disfrutan de recursos casi ilimitados y que derrochan en grandes cantidades, mientras que hay quienes a duras penas tienen lo mínimo necesario para sobrevivir otro día más.
La desigualdad social es este fenómeno de diferencia al acceso de recursos y la distribución irregular de los mismos. Junto a esta desigualdad hay otros fenómenos sociales asociados y a menudo relacionados, como la pobreza y la exclusión social. Hoy conoceremos cómo se miden estos fenómenos en un contexto social específico, y qué significan estas medidas en un sitio determinado.
¿Por qué es importante medir la desigualdad social?
En una sociedad ideal, todas las personas tendrían los recursos necesarios para su mantenimiento, transporte, recreación, etcétera. Sin embargo, este no es muchas veces el caso, y muchas personas se hacen la vista gorda a este problema. Conocer y medir la desigualdad social, así como la pobreza y la exclusión, permite poner en evidencia estas realidades grises y promover así soluciones y alivio.
Muchas veces las causas de la desigualdad social se deben a diferencias en las oportunidades de acceso a la educación, diferencias religiosas e incluso por el género. El mejoramiento de estas cifras conlleva a un mejoramiento en la calidad de vida de miles personas, y mide directamente el grado de desarrollo de una sociedad y de una economía.
¿Cuáles son los indicadores de desigualdad?
El indicador de desigualdad social más conocido es el índice de Gini. Este indicador es un número entre 0 y 1. El 0 representa una sociedad totalmente igualitaria y el 1 representa una sociedad completamente desigual, y la base de estas mediciones es el porcentaje de ingresos medios para los distintos porcentajes de población.
Otro indicador de la desigualdad social es el índice de Theil. Éste no tiene un valor acotado, va desde 0 hasta infinito. Un índice de Theil de cero representaría una sociedad igualitaria, mientras que a niveles más altos de este índice le corresponden sociedades más desiguales. Este índice además de tomar en cuenta los ingresos permite hacer distinciones sociales (por región, religión, etcétera).
El índice de Gini y el índice de Theil dependen íntimamente de promedios de alguna u otra forma, y por eso una variación en los porcentajes más extremos de la población (los más ricos y los más pobres) no se ve muy bien representado en ellos. Es por esto que nace el índice de Palma, un índice que toma en cuenta esta diferencia entre los extremos, y que permite conocer información adicional.
El índice de Palma va de 0 hasta infinito, y a diferencia de Gini y Theil, no pretende dar valores para una sociedad totalmente igualitaria. En cambio, compara los ingresos del 10% más rico de la población con el 40% más pobre. Esta comparación permite evaluar mejor los cambios en los extremos sociales que con los indicadores anteriores.
¿Cómo se mide la pobreza y la desigualdad?
La pobreza es un fenómeno ligado a la desigualdad. La pobreza es la carencia o falta de acceso a los recursos por parte de una población, ya sean alimentarios, energéticos, residenciales, etcétera. Una sociedad desigual tendrá amplios porcentajes de su población bajo los parámetros de pobreza, mientras que una sociedad más igualitaria no los tendría.
La pobreza se mide en relación con el acceso promedio a los recursos y varía dependiendo del contexto y de la época. Hay países con un acceso muy limitado a un determinado recurso incluso para los sectores más acomodados. Sin embargo, hay muchos más factores involucrados en la pobreza que el ingreso monetario.
Para la ONU la pobreza también comprende la carencia de servicios básicos (agua potable, servicios públicos, energía eléctrica, etcétera) y educación (analfabetismo, deserción escolar, etcétera), y por ello desarrollaron el Índice de Pobreza Humana (IPH). Este índice fue creado apenas en 2010.
El índice para medir la pobreza: el IPH
Para bien o para mal existen grandes desigualdades a la hora de comparar el acceso a recursos y de ingresos entre los distintos países del mundo. Es por esto que la ONU divide el IPH en dos índices similares pero distintos, el IPH 1 para países en desarrollo y el IPH 2 para países más ricos. Ambos índices tienen en cuenta las posibilidades de tener una vida larga, la educación y la calidad de vida de la población.
Los tres parámetros se miden de la siguiente forma:
- Vida larga: en el IPH 1, se mide la posibilidad de superar los 40 años de vida. En el IPH 2, de superar los 60 años.
- Educación: se mide la tasa de analfabetismo adulto y otras tasas asociadas como la tasa de deserción escolar o el porcentaje de personas con educación primaria, entre otros.
- Calidad de vida: en el IPH 1 se mide el acceso a agua potable y el porcentaje de niños con un peso muy bajo, mientras que en el IPH 2 se mide el porcentaje de población por debajo de la línea de pobreza (ingresos por debajo del 50% de la población por familia promedio).
¿Cómo se calcula el índice de Gini de la desigualdad?
Para calcular el índice de Gini de un país (o de una ciudad, estado, etcétera) se debe hacer un gráfico con dos ejes cartesianos perpendiculares entre sí. El eje vertical representará el porcentaje de ingresos de un determinado nivel de la sociedad respecto al ingreso total generado por todos, mientras que el eje horizontal representa el porcentaje acumulado de población.
Este gráfico se divide en una cuadrícula para poder ubicar mejor los datos, generalmente con múltiplos de 10 cuando los ejes vienen dados en porcentajes base 100. El primer paso es dibujar una línea recta que conecte las dos esquinas del gráfico, con un ángulo de 45 grados respecto a la horizontal. Esta línea es la línea de igualdad ideal, y representaría un índice de Gini de 1.
Esta línea tiene la particularidad de que sin importar en qué punto de la horizontal elijas, su valor vertical es él mismo. Por ejemplo, el 0% de la población genera 0% de los ingresos y el 100% de la población general el 100% de los ingresos (algo bastante obvio), pero por ejemplo el 40% de la población generaría el 40% de los ingresos bajo esta curva ideal.
La curva de Lorenz
Una vez que se haya dibujado la línea de igualdad ideal se procede a dibujar la curva de Lorenz. Esta curva representa los ingresos de una sociedad en función del porcentaje de ingresos correspondiente a un porcentaje de la población en cuestión. Por ejemplo, si el 40% de la población general el 20% de los ingresos totales, marcamos este punto en la curva de Lorenz para este porcentaje dado.
Esta curva se dibuja basándose en los datos estadísticos obtenidos por los censos y los estudios poblacionales, y se calculan los porcentajes de ingresos haciendo la sumatoria total de las personas en cuestión. Al final se obtiene la “mejor curva posible” por métodos de aproximación numéricos, como el ajuste por mínimos cuadrados.
Finalmente el índice de Gini se obtiene al dividir el área comprendida entre los ejes del gráfico y la curva de ingresos ideal por el área comprendida entre los ejes del gráfico y la curva de Lorenz. Una curva de Lorenz más cercana a la curva ideal arrojará un área mayor que una curva de Lorenz más alejada de esta curva, y por ende su índice de Gini será mejor (más cercano a 0).
¿Cómo se calcula el índice de Theil de desigualdad?
El índice de Theil se calcula con técnicas estadísticas avanzadas combinadas con la teoría de la información, un concepto prestado de la física. Grosso modo, el índice de Theil mide el orden y el caos dentro de un sistema económico. En este caso el orden se corresponde a una distinción más notable entre los ingresos y los grupos de población, mientras que el caos es una distinción menos visible.
De este modo, a un mayor orden en el sistema le corresponde una mayor desigualdad y a un mayor caos en el sistema le corresponde una mayor igualdad. Esto puede sonar paradójico, pero funciona de una forma que podemos ver de forma sencilla. Si no es fácil separar (distinguir) los ingresos de los grupos de población porque el sistema es caótico, es porque los ingresos son comparativamente similares (y por ello hay más igualdad).
Una de las características más importantes del índice de Theil es que permite estudiar la desigualdad dentro de subgrupos poblacionales. Por ejemplo, podemos usarlo para calcularlo en regiones rurales y urbanas, y luego comparar las diferencias entre estos grupos. Esta clase de distinciones poblacionales no son tomadas en cuenta por el índice Gini.
¿Cómo se calcula el índice de Palma de desigualdad?
El índice de Palma se calcula directamente al dividir los ingresos del 10% más rico de la población entre los ingresos del 40% más pobre. Esto refleja mejor las diferencias entre los grupos extremos económicos, y se basa en el hecho de que el 50% de la población gana alrededor del 50% de los ingresos, y por ello tiene un peso mucho mayor dentro de los promedios usados en Gini y Theil.
Un ejemplo hipotético que refleja la importancia de medir el índice de Palma de forma alternativa a Gini o Theil puede ser un país que haya aumentado las oportunidades económicas y que haya aumentado su índice de Gini; pero que sin embargo haya también aumentado su índice de Palma porque los más ricos ganan más que antes. Esto significaría, por ejemplo, que la clase media es vulnerable.
Resumen
Hay varias formas de medir la desigualdad y la pobreza en la sociedad. Las distintas formas de medir la desigualdad cuentan historias distintas: el coeficiente Gini mide mejor la distribución global de los ingresos, el coeficiente Theil mide mejor la desigualdad con respecto a las distintas clasificaciones de la sociedad y el índice de Palma mide mejor la brecha entre los más ricos y los más pobres.
En cambio, la mejor forma de medir la pobreza es mediante el Índice de Pobreza Humana de la ONU (IPH). Éste último tiene dos divisiones dependiendo de los ingresos de un país, y toma en cuenta factores más allá de los ingresos: calidad de vida, educación, etcétera.
Conocer mejor estos indicadores permite pensar en reformas sociales y económicas para aliviar el sufrimiento de miles de personas en situaciones marginales y de carencia monetaria. También permite medir el desarrollo de una sociedad a lo largo del tiempo, para verificar si las políticas sociales implementadas a lo largo de los años son buenas o malas para la sociedad.